Lados
Construir una casa es más difícil que
esperar a la muerte. Las vigas dónde,
las
puertas al verano qué, el armario de
las
palabras dobles para que afuera no
entre,
los invitados a la piedra que no tenía
un caballo / ni un cisne / ni una
caverna para huir. La máquina del
tiempo
no se apaga / se oye a Virgilio
hablar con
Blake / William Blake / sus
mensajeros a
las ganas que propios les seamos.
Quien
sabe más se hunde más en los venenos
del
ambiente / no se queda pasivo ante el
cuchillo
que lo degollará. Hay que construir
la casa
con la savia de la palabra muda en las
entrañas
del lenguaje. En la palabra muda misma
/ a
nacer / a nacer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario