domingo, 1 de enero de 2023

Uberto Stabile (Valencia, España, 1959)

 

5 poemas de LOS CHICOS REBELDES 


 


 

Con los ojos cerrados

 

 

la primera vez no lo fue, ni las otras que siguieron

y como ninguna era igual todas fueron la primera

aprendí a contener y desbordar mis labios

con el tiempo justo y en la edad perfecta

fui hierba fresca en el lugar equivocado

paraíso perdido en los pliegues de su falda

 

la primera vez supe -quien lo probó lo sabe-

cómo duelen los besos que no lo son

las manos olvidadas, el frío compartido

aprendí a perder

a sostener la mirada y cerrar los puños

aprendí a renunciar y entender mejor

la línea roja de las pequeñas transgresiones

 

en ese bar donde ella cabalgaba sobre mis vaqueros

a golpe de San Francisco y Ducados

comprendí que siempre dos mejor que uno

el dulce olor a sexo, con quince años recién cumplidos

en el envés de nuestra eternidad

 

y poco después, bajo el puedo prometer y prometo

entre carreras, amnistía y libertad

supe que el amor era de un color que no entendía de grises

y eso nunca es fácil de encajar, porque a veces el gris

se lo comía todo

 

la primera vez no lo fue, así es de corto el olvido

sus brazos fueron otros, su beso un beso imaginado

no hubo adiós ni despedidas

mordió mi lengua y dijo: no seas tonto

se besa con los ojos cerrados

 

 

 

 

 

 Piel animal y otras erecciones

a Antonio Orihuela

 


                                                                                                         

 

anoche soñé que Allen Ginsberg cenaba en casa

 

yo vivía con mis padres en Sasso Marconi

un pueblo de la Emilia Romagna al norte de Italia

en una pequeña habitación un colchón en el suelo

plantas, vinilos y libros desordenados.

Allen sonreía como si todo lo supiera, pasado y futuro

los muertos tienen ese don

hablamos de poesía y naturaleza

del cambio climático y la importancia de la respiración

para recitar poemas y construir visiones

 

yo le mostraba todos sus libros en español

por si desconocía alguna traducción, y me advertía

en rigurosa primicia sobre la inminente aparición

de Piel animal y otras erecciones, su libro inédito

había mariposas de papel firmadas por Ginsberg

te harías rico con esto, exclamaba irónico y añadía

pero solo los niños hacen mariposas con el dinero

también había una estera de juncos en el suelo

donde Peter Orlovsky jugaba con Kika

y escuchábamos música de Muddy Waters, de Nirvana

y olía a pastel de mazana recién horneado

y el sabor a moca estremecía mis labios

 

yo tenía cinco, o quince o veinte años y tú me veías crecer

luego entró mi madre y dejó la bandeja sobre la mesa

Allen con un tocado indio danzaba alrededor de la tarta

invocando la lluvia y el espíritu del amor universal

y tú reías a carcajadas como ríen las aguas

cuando bajan entre riscos

y había paz en las calles y los campos florecían

pero una corriente de aire cerró la puerta

y subitamente amaneció

 

 

 

 

 

 Antonin Artaud y los abejarucos

a eladio orta

 


                                                                                             

 

hoy eres Antonin Artaud entre abejarucos

el hechizado eterno que galopa descamisado

en la prodigiosa marisma

bajo el fuego cruzado y los paisajes desolados

la rebeldía que abulta como hierba fresca

en los bolsillos de un niño asombrado

frente a los molinos del tiempo.

 

eres los ojos de un mundo que no termina en el dolor

entre las higueras y retamas del otoño

quijote encadenado a las excavadoras

voz y puño en alto, última bandera

inmenso en la orfandad de los pasos perdidos

 

hoy eres Amin Gaver, el hombre que amasa sobre la piel

la palabra resistencia

piedra, papel o tijera

colibrí frenético frente al capitalismo corrosivo

un patio en Babel con el limonero y la canela

cangrejo, guita y pie desnudo

mientras los perros ladran a la luna que se asoma

a este siglo desorbitado

 

 


                       

 

Mudanzas

 a Gema Estudillo         

 

pude escuchar mi voz hueca

rebotando en las paredes desnudas de la casa

mientras fue mía se diluía entre libros que protegían del frío

mi voz era otra y todas

ahora solo un eco

 

limpié la casa sin abandonarla

como se limpia muerto el cuerpo del ser querido

me despedí de cada habitación recitando un poema

y dejé las puertas abiertas

para que circularan los recuerdos

 

también dejé una planta como símbolo de vida

una moneda deseando prosperidad a los nuevos inquilinos

y un tapón de corcho en memoria de los mejores momentos

 

antes de cerrar recité los versos

de Hilde Domin que Gema me había regalado

« Haz una cruz en el suelo.

Aquí fui feliz »

 

 


 

 

 

La mujer de China

 

 

todo lo que te imaginas

exóticos cuerpos desnudos

tendidos al sol mágico de China

todo lo que sueñas

todo lo que profundamente temes

es también tu realidad

no supongas que sólo existen dos mundos

hay muchos y sólo hay uno

– y ella continúa hablando lentamente

como si fuera una oración –

 

es el Deseo el que abre

los ojos del conocimiento

y el conocimiento es siempre

un acto radical

los ideales sólo sirven

a quienes no tienen

fe en sí mismos

– y cuenta historias del país

en donde nació, de sus gentes

de largos viajes por el río

regresando a casa –

 

pero es difícil de entender

si no se mira con los ojos de la tortuga

no triunfar era ya una victoria

– después permanece en silencio

fumando su extraña pipa

y bebiendo licor de naranjas

ella es amable, cuando más feliz soy

me deja sólo. Y cuando ya se ha ido

leo escrito en su tablilla

la dura corteza de la ternura

se llama desesperación

y vuelvo a la serenidad del vacío

esperando que regrese

 

 

 

 Uberto Stabile. Los chicos rebeldes. Ed. Baile del Sol. 2023

 

(Fuente: Voces del extremo)

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