lunes, 9 de enero de 2023

Héctor Giuliano (Piamonte, Italia, 1947)

 

La boca de Nínive
no era una boca
sin dientes.
 
Era una hipótesis
que bordeaba
la gran ex ciudad
y la dificultaba
y desfiguraba
a oriente y poniente. 
 
Mordía,
desgarraba
carne y nervios,
masticaba
como lo hizo Platón
en el paladar siciliano.
 
No había complacidas víctimas
o imperecedros valores
en cada mordisco,
y la fijación displicente
cerraba contra la cautela del caso
con reflexiones
sobre el buen comer
y el mejor beber,
y a cuenta y requerimiento
de todo linaje y aporte compuesto,
se encendían tanto polémicas
tal esos desgaires
que de vez en vez
brotan de alguna comedia.
 
Cogollitos de ocasión,
brusquedades histriónicas
que imitan groserías
o dichos espontáneos
sin relieve u olor.
 
Percibidos y no tanto.
 
 

- Inédito -

 

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