Gansos Salvajes
No tienes que ser bueno.
no tienes que caminar de rodillas
durante cien millas por el desierto, arrepintiéndote.
Sólo tienes que dejar que
el suave animal de tu cuerpo
ame lo que ama.
Háblame de la desesperación, la tuya,
y yo te hablaré de la mía.
Entre tanto, el mundo sigue adelante.
Entre tanto el sol y las claras piedrecitas de la lluvia
transitan por los paisajes,
entre las praderas y los árboles profundos,
las montañas y los ríos.
Entre tanto, los gansos salvajes,
en lo alto del limpio aire azul,
vuelven a dirigirse a casa.
Seas quien seas, por más aislado que estés,
el mundo se ofrece a tu imaginación,
te llama como estos gansos salvajes,
severo y excitante,
anunciando una y otra vez tu hogar
en la familia de las cosas.
[Dream Work, 1986]
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