Reporte desde el Paraíso
En el paraíso, la
semana de trabajo es de treinta horas
los salarios
aumentan y los precios bajan
y el trabajo manual
no cansa por la falta de gravedad
al principio iba a
ser diferente: pura luz, música, abstracción
pero no pudieron
separar bien el alma del cuerpo
y empezamos a llegar
con una gota de grasa, una hebra
de músculo, y hubo
que enfrentar las consecuencias
de mezclar un grano
de absoluto con un grano de materia
la contemplación de
dios es para los cien por ciento pneuma
el resto está
pendiente de comunicados sobre milagros e
inundaciones, cada
sábado al mediodía suenan las sirenas
y de las fábricas
salen fumando los proletarios celestes
con sus alas bajo el
brazo como violines.
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