miércoles, 21 de diciembre de 2016

Zbigniew Herbert

Reporte desde el Paraíso




En el paraíso, la semana de trabajo es de treinta horas
los salarios aumentan y los precios bajan
y el trabajo manual no cansa por la falta de gravedad
al principio iba a ser diferente: pura luz, música, abstracción
pero no pudieron separar bien el alma del cuerpo
y empezamos a llegar con una gota de grasa, una hebra
de músculo, y hubo que enfrentar las consecuencias
de mezclar un grano de absoluto con un grano de materia
la contemplación de dios es para los cien por ciento pneuma
el resto está pendiente de comunicados sobre milagros e
inundaciones, cada sábado al mediodía suenan las sirenas
y de las fábricas salen fumando los proletarios celestes
con sus alas bajo el brazo como violines.

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