domingo, 4 de octubre de 2015

Blanca Varela (Lima 1926)

Primer baile  (frag.)

III


En ciertas ocasiones hay que colocarse al lado

del camino. Viene el cortejo, pasan las arañas,

luego los pulpos rojos e hinchados. Una espada

los persigue y les arranca los ojos que son

generosamente repartidos entre los acreedores.

Aplausos. El pueblo está contento porque se le

ha prometido que el día durará veinticinco horas.



Esto es la inmortalidad.

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