miércoles, 25 de diciembre de 2013

Poemas escogidos


Jorge Eduardo Eielson




Lo que quiero decir
Es que no tengo nada que decir
Que todo lo que digo
Lo digo solamente
Solamente lo digo
Sin decir nada
Que mis palabras son fragmentos
Balbuceos de una frase oscura
Migajas de una vieja historia
Repleta de personajes
De señores y señoras que pasean
Bajo grandes cielos mudos
Sin saber que su sonrisa
Sus vestidos y sus huesos
Paseaban tranquilamente
Hace millares de años
Y seguirán paseando todavía
Millares de años más. Fragmentos
De una catástrofe celeste
De un insondable estornudo
Tan parecido al amor
Y hasta a la misma muerte
Que no distingue la arcilla
De la nada y nos sorprende cada día
Amarrados a una cama o una silla
Bajo la misma luz amarilla
El mismo miserable torbellino


Jorge Eduardo Eielson (1924, Lima, Perú / 2006, Milan, Italia)

Fuente: www.tierraignea.blogspot.com

Fotografía de Baldomero Pestana en www.baldomerapestana.com

sábado, 21 de diciembre de 2013

Antonio Cisneros (Perú, 1942 - 2012)


Cuatro boleros maroqueros


1
Con las últimas lluvias te largaste
y entonces yo creí
que para la casa más aburrida del suburbio
no habrían primaveras
ni otoños ni inviernos ni veranos.
                                                 Pero no.
Las estaciones se cumplieron
como estaban previstas en cualquier almanaque
Y la dueña de la casa y el cartero
no me volvieron a preguntar
por ti.


2
Para olvidarme de ti y no mirarte
miro el viaje de las moscas por el aire
           Gran estilo
           Gran velocidad
           Gran altura.

3
Para olvidarte me agarro al primen tren y salgo al campo
Imposible
Y es que tu ausencia
tiene algo de Flora de Fauna de Pic Nic


4
No me aumentaron el sueldo por tu ausencia
sin embargo
el frasco de Nescafé me dura el doble
el triple las hojas de afeitar


Antonio Cisneros (1942, Lima, Perú)
De. "El libro del loco amor, 1972



miércoles, 18 de diciembre de 2013

Más Saer


Nuevas aventuras de Robinson Crusoe



El secreto
consiste
en construir
construir
mediaciones
para el trato
con el desierto
máquinas
de palo y lianas
rudimentarias
que defiendan
que den sombra
aunque nada nos libre
del sol
de la memoria
y otros deduzcan
de tan ardua prolijidad
como una llama negra
continua
nuestra locura

Juan José Saer (Serodino, Santa Fe, 1937 - París, 2015)


La pena en esa ciudad



La pena en esa ciudad
eran unos inmensos
                                edificios
blancos y ciegos y adentro
de cada uno había un hombre
para el que en esa
ciudad la pena era
unos inmensos edificios
blancos y ciegos
con un hombre adentro
para el cual la pena
                               en esa ciudad
era un edificio blanco
con un hombre adentro
                               blanco y ciego

 

lunes, 16 de diciembre de 2013

Poemas escogidos: Alberto Girri



¿EN EL IDIOMA DE HEGEL?


Una lógica
de afirmaciones y negaciones,
                            y en la que toda
afirmación, negación,
se trasciende,
                       y con la cual,
con su perfecto armado,
se produce, atrae,
un vacío distante lo mismo
de la nada que de la existencia,
                           luz como vacío
                           vacío como luz,
vacío y luz simultáneos,
vacío flagrante símbolo
del que presume llamarse
espíritu absoluto,
                          y vacío desde donde
enseguida se nos arroja
al mareo de la contradicción,
                                       una lógica
reconociendo argumentos para actitudes
opuestas a ella,
                        los de los creyentes
en que sin intención de Dios
ni de lejos habrá nunca huellas,
sombra, presencia
de tal espíritu
                        como ni siquiera
habrá tampoco historia.


domingo, 15 de diciembre de 2013

Fogwill: Tras el cristal de la pecera de acuario


La tibia luz
azul
titila en la pecera

la tibia luz
titila
azul
por la pecera
de nuestra era

tibia
la luz
de la pecera
titila
en nuestra era

en la era
de la pecera
de acuario

en la era titilante
y tibia








¡Somos
los entibiados!

los que en la era
de la pecera
nadando
acariciamos
el cristal
que reproduce
la tibia luz
de nuestras formas
reflejas



Aquí
reflejo
somos

juntos
en la pecera
estamos

puros reflejos
de la pecera
nadando
solos
nos deslizamos
envueltos
en su atenuada
y tibia
luz

luz azulina
no mortecina:

medida
retenida

luz contenida
en el vacío artificial
donde la ínfima materia
repite, contenida
su combustión artificial





La tibia luz
la tibia luz
la tibia luz
titila

o vibra, azulina
entibiando todo




Ay tibios
habitando
la hora interminable
de nuestra flotación interminable

ay peces
envolviéndonos
en esta música
del burbujeo del aire

oyendo
juntos
el ronroneo de la tibieza
el burbujeo del aire
el borboteo del bienestar
la vibración de la pecera

aire insuflado
esferas elevándose
como nosotros,
siempre buscando
la superficie
de la pecera

siempre encontrando
donde estallar
fuera de la pecera

ahí:
alto en el agua
donde termina el agua



¡Esferas eternamente repitiéndose para estallar!

¡formas que eternamente se suceden solo para estallar ahí....!

formas intermitentes
puros reflejos
efectos de la luz
sobre lo que contuvo al aire

nada:
aire igual
bolsas de lo inasible

¡cómo acarician al pasar
y vuelan
hacia la superficie
para perderse..!





Desde la misma
superficie
de la pecera
llegan los copos
de nuestro balanceado pan

¡lluvia que trae el pan nuestro
de cada instante
a la pecera
de una era
sin días!

a la pecera
sin jornadas

a la pecera
sin respiro
donde el agua, indolora
acaricia
la permanente flotación
deslizándose







Pero
tras el cristal y fuera
de la tibieza
de nuestra era
lejos del burbujear
de la pecera
fuera del bienestar
de nuestra tibia
y acariciada flotación
pasan
como agrandadas
sombras


¿Formas humanas..?

¿imágenes que suben del pasado...?

¿imágenes de un mundo,
como si hubiera mundos
fuera de la pecera..?

¿señales de una era imperfecta, anterior..?

¿indicios de los que sirven a la pecera
insuflan aire
vierten copos
o cuidan la tibieza
de nuestra luz?

¿efectos
de nuestros sueños
contra el cristal?

¿efectos del cristal
de las preguntas
retóricas?

¿o de la opacidad de las respuestas?


Si fuese así
decí:

¿por que flotamos
tan apegados
a la luz?

¿por qué nadamos
acariciando
la tibieza
azulina
del agua?


¿y por qué desplazamos
estos brillos tan tenues
de nuestra piel por la pecera...?

¿solo para girar
levemente y tenues
y desplazarnos siempre
en círculos
frente al vacío reflejo
que nos contuvo?

¿para brillar en el vacío
que nos contuvo?

¿o "tuvo"?
¿o nos contiene?
¿o representa,
alienta,
entibia,
atrapó,
o formó y sobrevive.?
¿o burla...?



Viejas preguntas
de una era
olvidada:

¿pero por qué tenemos estos labios tan grandes...?

para besar mejor
la imagen reflejada
de nuestros labios
en el cristal

¿y por qué lucimos estos brillos tan te-
nues en nuestra piel, en la pecera...?

para brillar
levemente y tenues
al desplazarnos
en círculos
brillantes
por la pecera
frente al cristal

¿y por qué este hábito semiflotante
de habitar brillando, circulando, hundidos...?




¿Jamás sabremos nunca?

¿nunca más
intentaremos responder?

¿y nadaremos siempre
en nuestro todo
sin saber nada
sin poder nada
sin querer nada
puro nadar,
nosotros?




¿Basta esperar
en la pecera?

¿basta habitar
la espera
como si algo
viniera a suceder
al sol desaparecido
de acuario?

¿a ese sol
que nadie
entre los nuestros
recordará?





Buen: dale
calla pez
de una vez

no hay fuera
ni después
de la era
donde nadas
repitiendo tus formas
contra el cristal
de cada instante
en un tiempo medido
por el subir del aire
con un ritmo visual,
de vibración y vuelo
de aire a lo alto
buscando disolverse
y desaparecer...





Mide: medí tu tiempo
intercalando
en las esferas
que huyen,
el canto
de tu libertad
escuchada


Oid flotantes el burbujeo del aire



no hay nada afuera
ahí derramándose

todo está adentro
aquí, ordenándose

todo está en la pecera

aquí pez,
en tu era
que ya es lo que es





¡Y el burburjeo sagrado
de los instantes, oid!

y escuchá -oid- cómo estallan
las inocuas esferas
de aire insuflado
para alentar
ondulaciones breves
y vagos desplazamientos de agua
dispuestos a brillar
como antes



Sí:

allí en límite del agua
a punto de temer como antes

aquí o tal vez fuera del agua,
a punto de empezar como antes

así: como creí
a punto de poder como antes
de que la era comenzase
su terminar para nosotros, fijos
a la tibieza
de este habitar sin manos, pez,
junto a mí, aquí, otra vez
de nuevo, juntos
y aún ateridos por la caricia
de girar, nadando, aquí
pero cantando así

si

sí:
siempre invocando un ruido
de rotos
cristales
imaginados.
La tibia luz
azul
titila en la pecera

la tibia luz
titila
azul
por la pecera
de nuestra era

tibia
la luz
de la pecera
titila
en nuestra era

en la era
de la pecera
de acuario

en la era titilante
y tibia








¡Somos
los entibiados!

los que en la era
de la pecera
nadando
acariciamos
el cristal
que reproduce
la tibia luz
de nuestras formas
reflejas



Aquí
reflejo
somos

juntos
en la pecera
estamos

puros reflejos
de la pecera
nadando
solos
nos deslizamos
envueltos
en su atenuada
y tibia
luz

luz azulina
no mortecina:

medida
retenida

luz contenida
en el vacío artificial
donde la ínfima materia
repite, contenida
su combustión artificial





La tibia luz
la tibia luz
la tibia luz
titila

o vibra, azulina
entibiando todo




Ay tibios
habitando
la hora interminable
de nuestra flotación interminable

ay peces
envolviéndonos
en esta música
del burbujeo del aire

oyendo
juntos
el ronroneo de la tibieza
el burbujeo del aire
el borboteo del bienestar
la vibración de la pecera

aire insuflado
esferas elevándose
como nosotros,
siempre buscando
la superficie
de la pecera

siempre encontrando
donde estallar
fuera de la pecera

ahí:
alto en el agua
donde termina el agua



¡Esferas eternamente repitiéndose para estallar!

¡formas que eternamente se suceden solo para estallar ahí....!

formas intermitentes
puros reflejos
efectos de la luz
sobre lo que contuvo al aire

nada:
aire igual
bolsas de lo inasible

¡cómo acarician al pasar
y vuelan
hacia la superficie
para perderse..!





Desde la misma
superficie
de la pecera
llegan los copos
de nuestro balanceado pan

¡lluvia que trae el pan nuestro
de cada instante
a la pecera
de una era
sin días!

a la pecera
sin jornadas

a la pecera
sin respiro
donde el agua, indolora
acaricia
la permanente flotación
deslizándose







Pero
tras el cristal y fuera
de la tibieza
de nuestra era
lejos del burbujear
de la pecera
fuera del bienestar
de nuestra tibia
y acariciada flotación
pasan
como agrandadas
sombras


¿Formas humanas..?

¿imágenes que suben del pasado...?

¿imágenes de un mundo,
como si hubiera mundos
fuera de la pecera..?

¿señales de una era imperfecta, anterior..?

¿indicios de los que sirven a la pecera
insuflan aire
vierten copos
o cuidan la tibieza
de nuestra luz?

¿efectos
de nuestros sueños
contra el cristal?

¿efectos del cristal
de las preguntas
retóricas?

¿o de la opacidad de las respuestas?


Si fuese así
decí:

¿por que flotamos
tan apegados
a la luz?

¿por qué nadamos
acariciando
la tibieza
azulina
del agua?


¿y por qué desplazamos
estos brillos tan tenues
de nuestra piel por la pecera...?

¿solo para girar
levemente y tenues
y desplazarnos siempre
en círculos
frente al vacío reflejo
que nos contuvo?

¿para brillar en el vacío
que nos contuvo?

¿o "tuvo"?
¿o nos contiene?
¿o representa,
alienta,
entibia,
atrapó,
o formó y sobrevive.?
¿o burla...?



Viejas preguntas
de una era
olvidada:

¿pero por qué tenemos estos labios tan grandes...?

para besar mejor
la imagen reflejada
de nuestros labios
en el cristal

¿y por qué lucimos estos brillos tan te-
nues en nuestra piel, en la pecera...?

para brillar
levemente y tenues
al desplazarnos
en círculos
brillantes
por la pecera
frente al cristal

¿y por qué este hábito semiflotante
de habitar brillando, circulando, hundidos...?




¿Jamás sabremos nunca?

¿nunca más
intentaremos responder?

¿y nadaremos siempre
en nuestro todo
sin saber nada
sin poder nada
sin querer nada
puro nadar,
nosotros?




¿Basta esperar
en la pecera?

¿basta habitar
la espera
como si algo
viniera a suceder
al sol desaparecido
de acuario?

¿a ese sol
que nadie
entre los nuestros
recordará?





Buen: dale
calla pez
de una vez

no hay fuera
ni después
de la era
donde nadas
repitiendo tus formas
contra el cristal
de cada instante
en un tiempo medido
por el subir del aire
con un ritmo visual,
de vibración y vuelo
de aire a lo alto
buscando disolverse
y desaparecer...





Mide: medí tu tiempo
intercalando
en las esferas
que huyen,
el canto
de tu libertad
escuchada


Oid flotantes el burbujeo del aire



no hay nada afuera
ahí derramándose

todo está adentro
aquí, ordenándose

todo está en la pecera

aquí pez,
en tu era
que ya es lo que es





¡Y el burburjeo sagrado
de los instantes, oid!

y escuchá -oid- cómo estallan
las inocuas esferas
de aire insuflado
para alentar
ondulaciones breves
y vagos desplazamientos de agua
dispuestos a brillar
como antes



Sí:

allí en límite del agua
a punto de temer como antes

aquí o tal vez fuera del agua,
a punto de empezar como antes

así: como creí
a punto de poder como antes
de que la era comenzase
su terminar para nosotros, fijos
a la tibieza
de este habitar sin manos, pez,
junto a mí, aquí, otra vez
de nuevo, juntos
y aún ateridos por la caricia
de girar, nadando, aquí
pero cantando así

si

sí:
siempre invocando un ruido
de rotos
cristales
imaginados.

sábado, 14 de diciembre de 2013

Poemas escogidos: Hugo Gola


Un ejercicio de retórica

 


Un ejercicio de retórica
de pronto adquiere un aire fundamental

Se empieza siempre como jugando
y se termina
con los ojos fuera de las órbitas

Yo no sé cuál es el verdadero camino
los he intentado todos

Sin embargo la sorpresa
irrumpe a veces
por la mañana
cuando recibo el fresco
en mi patio de mosaicos rojos
alérgico y lloroso
sobre el filo mismo
del año que cambia
cuando la depresión
de una noche sin sueño
hunde mi pobre corazón
en el desgano

El comienzo es casi siempre
un juego inofensivo
sobre la hoja blanca
que no dice nada
pero espera
y silenciosamente atrae
como las aguas del río

Uno no sabe casi nada
pero espera
secretamente
con una confianza que le permite soportar
toda la intemperie del mundo

Uno cree
(tiene razones para ello)
que cada cosa tomará sentido
sólo por ese instante de fuego
por ese minuto que sin decirlo
aguarda tembloroso
como la novia
la noche de la boda.

Hugo Gola

Poemas escogidos


Stapelias     (Sonia Scarabelli)


Las Stapelias son unas extrañas plantas suculentas cuyas extremadamente grandes y bellas flores con forma de estrella sueltan un olor pestilente que atrae a las moscas. Su velluda, áspera textura imita la carne podrida de un animal muerto.


Piel de lagarto,
estrella de mar,
carroña

stapelia
orbea variegata

a mi madre y a mí
nos recordaba
la piel de los escuerzos

tu flor brillante abierta
con puntos grietas de oro
sobre el pardo rugoso
de los pétalos

Animalito
de desolación
cuánta belleza
fragilidad detrás
de la máscara
de diosa,

alma escondida
humilde
hablando de la carne
que perece

Fascinadas te vimos
soltar las cinco puntas
de tu estrella
por años
sin saberte
el nombre cierto

¿qué es aprender
un nombre?

temor y reverencia
nos daba
tu flor
de cielo inverso

carita de la vida
de la muerte
hermosura
nuestra

corrupción
que se anuncia
deslumbrando


lunes, 9 de diciembre de 2013

Leónidas Lamborghini (Buenos Aires, 1927)



EL  MENDIGO 



Como  el  que
desde  el  umbral
--ese  mendigo--
extiende  su  mano
y  pide  mudamente

con  temblor.

Como  el  que  postrado
en  el  umbral
extiende  su  mano
temblorosa
y  pide  mudamente
--ese  mendigo--

con  temor.

Como  el  que  mudamente
extiende  su  mano
temblorosa
temerosa
y  pide  postrado
en  el  umbral


como  ese
como  ese


con  temblor  y  temor.

sábado, 7 de diciembre de 2013

Leónidas Lamborghini (Buenos Aires, 1927 - 2009)


 

EN  EL  HOSPICIO  



Como  el  que  va  hablando
solo
por   la  calle
tratando  de  entenderse

la   ciudad  es  su   hospicio.

Como  el  que  está
confesando
su  angustia  a  otro
y  ese  otro
es  él  mismo
andando  por  la   calle.

la  ciudad  es  su  hospicio.

Como  el   que   sin   saberlo
va  caminando
entre  la  gente
y  le  hace   extraños  gestos
a  ese   otro
que  es  él  mismo.

la  ciudad  es  su  hospicio.

Como  el   que  de   una  esquina
a   la   otra
camina  y  habla  solo
porque  trata   de  entenderse
con  ese  otro
que  es  él  mismo

como  ese
como  ese

la   ciudad  es   su  hospicio.






viernes, 6 de diciembre de 2013

Hugo Padeletti (Santa Fé, Argentina, 1928 - 2018)

 

La  elocuencia 




Dijo  Emerson:
                        -'Odio
las  citas'.

               Yo  no,  hervimos
a  grados  diferentes.


                               Hay  discursos
sobre  dragones  y  hay  dragones
de  corazones.
                        ¿Qué  argumento
vale  aguardar?

                        (Subamos


al  trampolín.)
                        Las  frases  que  se  apoyan
mutuamente
duermen  juntas;   la  cosa
                                              -la  elocuencia

perfecta-
no  es  su  presa.
                         (Saltemos


del  trampolín.)

                             La 'herida
de  una  mancha',  los  'tridentes
de   un  pájaro',  hasta  'el  gato
que   accede  al  rey'

                                 son  pelos
en  la  trampa.
 
 
 
En Poemas (1960-1980)



lunes, 2 de diciembre de 2013

William Burroughs (EEUU, 1914 . 1997)


Oración del día de acción de gracias



"Gracias por el pavo silvestre y las palomas comunes destinadas
a convertirse en excremento en los intestinos de América,
gracias por un continente para despojar y envenenar,
gracias por los indios que apenas ofrecieron batalla y peligro,
gracias por las vastas manadas de bisontes para matar y despellejar,
abandonando a la podredumbre el cadáver,
gracias por las recompensas a los lobos y coyotes,
gracias por el SUEÑO AMERICANO que vulgariza y falsifica hasta
que brillan las mentiras desnudas,
gracias por el KKK, por los leguleyos asesinos de negros
que hacen muescas, por las damas decentes de rostros
retorcidos y malos y amargos
y malvados que van a la iglesia,
gracias por las calcomanías de “mata a un puto por Cristo”,
gracias por el laboratorio SIDA,
gracias por la ley seca y la guerra contra las drogas,
gracias por un país en que a nadie se le permite ocuparse
de sus propios asuntos,
gracias por una nación de chismosos, sí, gracias por todos los recuerdos,
…hecho, déjame ver tus brazos,…sí, siempre fuiste
un dolor de cabeza y un pesado,
gracias por esta enorme traición última al último y más grande
de todos los sueños humanos"