lunes, 16 de enero de 2023

Marcos Herrera (Buenos Aires, 1966)

 



Por suerte, pensé, el tiempo
nunca se detiene. Y eso hace que
las cosas pasen y los dramas se
acomoden en el sótano
de nuestro ánimo.
……
 
Un millón de ciclistas avanzan
por una ruta bajo un cielo de plomo.
Concentrados en el pedaleo, no saben
que esa ruta termina en el abismo.
…….
 
Las paredes de la angustia
son las pantallas de mi futuro.
Ahí está todo claro y nítido.
Estoy tirado en la cama y veo,
cuando cierro los ojos,
un camino de hormigas que
llevan provisiones para el invierno.
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El parpadeo de las aventuras de la infancia,
la montaña rusa anímica de la juventud,
la desolación de la adultez.
Las promesas del verano
arremolinadas en mis ojos
antes de desaparecer.
…..
 
Me sirvo una taza de café
y trato de que mi confusión
no me impida estar atento
al dolor del mundo
que se expande como petróleo
sobre el océano.
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Las cómicas insinuaciones
de la muerte arman
el escenario de la catástrofe
como quien pone la mesa
para la familia.
Un pequeño punto final
es el comienzo de la carrera enloquecida
de un tren que no maneja nadie.
…............
 
Hoy es muy difícil
saber cuándo termina el poema
…………
 
La mañana abre su abrigo
de espuma y el aire estalla
con las imágenes de todas
las mujeres arrodilladas.
………
 
La prudencia que
su radar le da al murciélago
concentrado en clasificar en el aire húmedo de la noche
los distintos tipos de insectos que son su cena.
…..
 
Tal vez esto sea una pesadilla que
duplica su poder. Sin embargo,
manejo mi auto toda la noche
y no dejo de fumar para estar seguro
que estoy despierto.
 
Al fin decido parar en una estación de servicio
Iluminada como una nave espacial.
Tomo café. Compro cigarrillos.
Vuelvo a la ruta pensando en el mar.
 
Todos confundimos nuestro pasado
con nuestro presente porque
la reputación es algo que se construye
con el tiempo.
......

 

De El núcleo de la soledad

 

(Fuente: Mario Nosotti) 

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