lunes, 2 de enero de 2023

Marcelo Sepúlveda Ríos (Chile, 1965)

 

Curatoría
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HOJA DE UN LIBRO AZUL 

 

Basta de sabotear este propio fin
i de lo que debe acontecer tú me proteges
así paseo por las orillas del cielo i de la noche
si no es bueno me aguanto me duelo me sobo
me duelo me rezo i no vuelvo
 
he perdido cosas sencillas como sonreír
he perdido experiencias siniestras el pánico i el amor
he perdido la confianza en los otros
a las que he amado i han robado desvelos
he perdido la paz reclamada por demonios
he perdido años en el vicio de la mitigación
he perdido nostalgia por quiénes están en otra vida
he perdido mucha infancia i juventud
en el frío de un patio confuso i familiar
 
he perdido toda bendita i santa desgracia
 
 
 

ARPEGIO
 

la poesía la sostengo en un recuerdo reciente
en la planicie herida del primitivo vernáculo
en una composición entregada resuelta
quizás alejada que me condiciona
a no deprimir este acto con poca fe
para tanto agnóstico con tanto cadáver
a cuestas con tanto luto
en el gramado del oficio
quién soy pensando
en hacer escarnio sobre la obra publicada
que no cubre no encuentra el deseo
en la prédica del poema
algo que revienta se apodera
i flota con una música zunca clave ruina
a mí despojo desaliento que aborrezco
con puñal de brutal aliento eterno
próximo al infierno
me propongo sonreír i crujir
sin límite en la discusión
bajar con calma la mirada perdonar
a ojos fieros en un montón
de parpadeos que perpetúen
la gravidez de los astros
imaginando una sinfonía
en el vertical i lúdico
pentagrama del vacío 
 
 
 

SÉ ES ENTONCES 
 

Sé qué aquí no vienes, entonces se hace inmenso
el paisaje, puedes pensar en el vacío por un tiempo después agregaras aire, retina, consciencia, sol
-si escudriñas no vives-
sí pasas de largo con luz roja
si vas a la calle a mojarte en el horizonte vertical de la lluvia
si bebés i ves doble, si vas a un concierto
si pasas con un amigo una noche sin dormir,
si te hieres un dedo al cortar una cebolla,
eso tendrá un sentido así dejeras
un espacio
para luego llenar el vacío;
abstraerse, romper el cascarón,
comienzas a buscar alimento a buscar leche materna;
mirate en el punto de fuga frente al espejo
…ahora, entonces profundamente respira  
 
 
(Fuente: Marcelo Sepúlveda Ríos)

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