UN POEMA DE RELÁMPAGO
EL LUGAR SIN LLAVE
¿Quién guarda durante la noche
la llave del depósito de cadáveres?
El depósito no tiene llave.
Siempre está abierto
ya sea de noche o de día
en una incesante porfía,
en el vaivén interminable
del ir y venir de cadáveres.
En la hediondez de la ronda nocturna
siempre hay alguien de guardia
con la mano cansada de abrir
el helado cajón.
Y cese toda esperanza:
la mortaja no tiene bolsillo
en que guardar los ahorros.
Sepan todos los vivientes:
simiente de lo inexistente,
la vida siempre está de muerte.
El último misterio
acaba en el cementerio.
Para el difunto ilusorio
que aprecia el logro del fuego
termina en el crematorio,
en la trituración de los huesos
en la humareda que se estira
y como un vómito alcanza
el cielo de la desesperanza
en el cielo sin cielo y sin pájaros.
Lêdo Ivo
Relámpago
Traducción de Martín López-Vega
Valparaíso Ediciones
(Fuente: Papeles de Pablo Müller)
No hay comentarios:
Publicar un comentario