viernes, 21 de junio de 2013

Accidentes naturales (Tomás Mercante)



Se cuenta
Primero fue el verbo:
(contar -un verbo irregular-
el verbo divino
divinas irregularidades
después
vinieron otros verbos
otras divinidades, otros cuentos)
Haciendo cuentas, ya Pitágoras
atribuía a los números
carácter divino

Se cuenta
necesitamos que nos cuenten
¿cuántos somos?
Se contabiliza un número de almas,
de víctimas, un número impreciso
de contadores, peritos contables
y aspirantes en aumento
Un número de vocaciones
-vocaciones que cuentan y que no
cuentan-

Contamos
Un recuento siempre es útil
Hay novedades: se esperan nuevas
cifras que arrojen los guarismos que
justifiquen las expectativas cifradas
-los números no mienten-
La necesidad de utilidades
poder obtener
la toma neta: contante y sonante

Víctimas hubo siempre
Debe Haber
Una contabilidad precisa
clara, transparente
Contar: todo se reduce
Hay descuentos y redescuentos
Hay deducciones

Al fin del ejercicio
los números vuelven a arrojar
un saldo positivo:

Nuevas víctimas
hay que sumar, seguir sumando
una buena señal para los mercados

Contamos: Nos cuentan
Contado efectivo: suben los activos
la cifra: un número aceptable:
Aceptar / uno es un número
-el universo es uno-


Nos identificamos con un número
La vida: un número de funciones / un
número de aceptaciones / una cantidad
de repeticiones: una serie de números
idénticos entran y salen de la cadena
productiva: dentro ó fuera de servicio

Un número nos identifica de por vida
Somos números, hacemos números
Valor devengado, valor agregado
numerosas variables dentro de
los valores asignados, hay que esperar

Somos números
los alemanes lo sabían: cambiaban
por números los nombres
de las víctimas
Una simplificación: ó se era víctima ó
victimario: ario, pura sangre pura

Hay más números
millones de números de víctimas
Hay víctimas
que se hacen victimarios
-sin ser arios-
hay que ser sinceros.



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