sábado, 9 de agosto de 2025

Mário Cesariny de Vasconcelos (Lisboa, 9 agosto 1923–Lisboa, 26 noviembre 2006)

 

 

 



A UN RATÓN MUERTO ENCONTRADO EN UN PARQUE

 

 

Éste terminó aquí su vasta carrera
de ratón vivo y oscuro ante las constelaciones.
Su pequeña medida no humilla
sino a aquellos que todo quieren inmenso
y sólo saben pensar en términos de hombre o de árbol,
pues en verdad este ratón destinó como supo (o hasta como no supo)
el milagro de las patas —¡tan cerca del hocico!—
que finalmente servían muy bien
para rastrear, huir, agarrar el alimento, volver
atrás de repente, cuando fuera necesario.
¿Es así, Oh, “Dios de los cementerios pequeños”?
¿Pero quién sabe cuando hay engaño
en las oficinas del infierno? ¿Quién podrá decir
que no era para príncipe o juzgador de pueblos
el ímpetu primero de esta creación
irrisoria para el mundo —con el mundo en ella?
¡Tantas preocupaciones daba a las amas de casa —y a los médicos—!
¿Cómo jugar al bien y al mal si éstos nos faltan?
Algún mozalbete entendió su vida tan singular
y pasó en ella la rueda con la que se aman
frente a frente víctima y verdugo
¿No tenía amigos? ¿Engañaba a sus padres?
Este minúsculo cuerpo divertido
y hora estático, acuoso, huele mal.
Sin abusar,
¿qué final ha de darse a este poema?
¿Romántico? ¿Clásico? ¿Regionalista?
¿Cómo acabar con un cuerpo valeroso y humilde
muerto en pleno ejercicio de su lira?
 
 
(Traducción: Eduardo Langagne, mexicano)
 
Pena capital (1957)
En: Traslaciones. Poetas traductores 1939-1959 (2011)
Compilación y prólogo de Tedi López Mills
México: Fondo de Cultura Económica, 2011, pp. 467-468
 
 
 
 

A UM RATO MORTO ENCONTRADO NUM PARQUE

 

Este findou aqui sua vasta carreira
de rato vivo e escuro ante as constelações
a sua pequena medida não humilha
senão aqueles que tudo querem imenso
e só sabem pensar em termos de homem ou árvore
pois decerto este rato destinou como soube (e até como não soube)
o milagre das patas - tão junto ao focinho! -
que afinal estavam justas, servindo muito bem
para agatanhar, fugir, segurar o alimento, voltar
atrás de repente, quando necessário
Está pois tudo certo, ó "Deus dos cemitérios pequenos"?
Mas quem sabe quem sabe quando há engano
nos escritórios do inferno? Quem poderá dizer
que não era para príncipe ou julgador de povos
o ímpeto primeiro desta criação
irrisória para o mundo - com mundo nela?
Tantas preocupações às donas de casa - e aos médicos -
ele dava!
Como brincar ao bem e ao mal se estes nos faltam?
Algum rapazola entendeu sua esta vida tão ímpar
e passou nela a roda com que se amam
olhos nos olhos - vítima e carrasco
Não tinha amigos? Enganava os pais?
Ia por ali fora, minúsculo corpo divertido
e agora parado, aquoso, cheira mal.
Sem abuso
que final há-de dar-se a este poema?
Romântico? Clássico? Regionalista?
Como acabar com um corpo corajoso e humílimo
morto em pleno exercício da sua lira?
 

 

(Fuente:  Óscar Limache / Centro Cultural Trilce) 

No hay comentarios:

Publicar un comentario