MINIATURE CHIMES
Azote a un caballo
con hierros
hasta ponerlo de rodillas.
Suplante el caballo
por alguien que asienta o disienta,
que sea y no sea de su agrado,
que no se prosterne
ante su líder o estúpida convicción,
que ni siquiera lo mire;
súmele un adversario,
un compadre o un conmilitón,
un opuesto y un favorable,
un lisiado, un vigoroso atleta
y un apenas hijo chueco,
un rostro ajeno,
un ojo anónimo,
algo que se mueva o deje de mover
o que se le atraviese de chiripa,
a quién ama tanto
o le cante el cumple
y feliz año nuevo.
Sírvase seleccionar
lo que se le ocurra.
Repita el castigo y desenlace.
Y obtendrá
la más nítida tomografía
del ser humano.
- Inédito -
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