viernes, 20 de enero de 2023

Mascha Kaléko (Chrzanów, Polonia, 1907-Zúrich, Suiza, 1975)

 

monólogo del emigrante









 
 
 
-Yo una vez tuve patria hermosa.
Así cantaba Heine, el fugitivo.
La suya estuvo junto al Rin,
la mía en tierra de La Marca[1].

Todos tuvimos una (¡ver arriba!)
que consumió la peste, que se ha desmoronado
Oh rosa de los páramos pequeña,
te ha tronchado la Alpoderporlaalegría[2].

Los ruiseñores han enmudecido,
buscan una guarida más segura,
y sólo buitres gritan
por  encima de hileras de sepulcros.

Nunca será de nuevo lo que fue
aunque cambiara,
aunque sonara la campana amada
y no vibrase más espada alguna.

Ocurre a veces que me siento
como si el corazón se me rompiera.
Tengo nostalgia algunas veces
y yo no sé de qué.


N. de la T. 
[1]    Se refiere indudablemente la autora a la Marca de Brandeburgo, región histórica cuya capital es  Berlín.
[2]    Kaléko hace un juego de palabras usando el nombre de una organización Nacional Socialista alemana, Kraft durch Freude que yo traduzco "Poder por la alegría" a la que pertenecían todos los trabajadores a través del Deutsche Arbeitfront, la organización nacional para el trabajo. La KdF se encargaba de organizar viajes, conciertos y actividades lúdicas y culturales para los trabajadores, impuso las vacaciones pagadas así como vigiló la salubridad y belleza de los lugares de trabajo con la filosofía de conseguir trabajadores fuertes y creativos para triunfar en el mundo.

***

Versión de Inmaculada Moreno
Emma Gunst

/

Emigranten-monolog


Ich hatte einst ein schönes Vaterland –
so sang schon der Flüchtling Heine.
Das seine stand am Rheine,
das meine auf märkischem Sand.

Wir alle hatten einst ein (siehe oben!)
Das fraß die Pest, das ist im Sturz Zerstoben.
O Röslein auf der Heide,
dich brach die Kraftdurchfreude.

Die Nachtigallen wurden stumm,
sahn sich nach sicherm Wohnsitz um,
und nur die Geier schreien
hoch über Gräberreien.

Das wird nie wieder, wie es war,
wenn es auch anders wird.
Auch, wenn das liebe Glöcklein tönt,
auch wenn kein Schwert mehr klirrt.

Mir ist zuweilen so, als ob
das Herz in mir zerbrach.
Ich habe manchmal Heimweh.
Ich weiß nur nicht, wonach.

            (Verse für Zeitgenossen)
 
 
(Fuente: La comparecencia infinita)

 

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